jueves, 6 de agosto de 2015

Aire nuevo

Mika Waltari es un escritor finlandés. Su obra más famosa es Sinuhé, el egipcio, novela histórica sobre un médico en la época del faraón Akenatón.

Si la han leído tal vez recuerden la escena en la que Sinuhé llega a la corte del faraón y se encuentra al hijo de este enfermo. Encamado, cubierto de mantas, el niño está congestionado, caliente, al borde de la muerte. Sinuhé le destapa y abre las ventanas, al contrario que los otros médicos. El eficaz remedio hace que gane la confianza del faraón.

El pasado martes hice turismo por la ciudad de Valencia. Ya conocerán la escena, un primo que está de visita y se le hace el recorrido. Primero una vuelta en coche para ver el perímetro y las dos torres que quedan en pie, luego Mercado Central y Lonja, santa Catalina, Plaza del Ayuntamiento, Palacio del Marqués de dos Aguas, Almudín y Almoina, Catedral y acabar subiéndolo al Miguelete para que no tenga fuerzas para más. La vuelta a Gandía por la Albufera (no quiso el paseo en barca). Un clásico, vamos.

Senyor pirotècnic...
Entramos al Ayuntamiento. Yo había visitado el Museo Municipal (la planta baja) hace tiempo y también había estado en las oficinas a las que se entra por Periodista Azzatti. Pero tuve que confesarle a mi turista primo que yo también era la primera vez que veía el salón de plenos, las estancias para recepciones... el balcón. (Sí, grité "Senyor pirotècnic, pot escomenar la mascletà" cuando me asomé.)

Joan Ribó ha abierto el ayuntamiento de Valencia.

En Gandía aún no he visitado el ayuntamiento desde que Diana Morant es alcaldesa. Ella lo ha abierto también para que podamos visitarlo. No tanto, solo el primer sábado de cada mes. En él se expondrán obras de los fondos municipales.

Me cuenta un amigo que, al enterarse Rita Barberá de que Ribó abriría el balcón, le preguntó enfadada a un asesor cómo no se les había ocurrido a ellos. En campaña, eso podría haber dado un empujón.

No sé lo que Guillermo Barber dijo en privado, pero en Twitter perdió una gran oportunidad de callarse y también opinó de la medida de apertura de Diana Morant. Como carece de la visión política de Barberá, solo se le ocurrió decir al respecto que convertir el ayuntamiento en un lugar para visitar era incompatible con trabajar.

Valencia y Gandía están muy enfermas. Gandía ha quedado intervenida en la práctica hasta 2032. Por desgracia, de esa enfermedad no se sale solo abriendo las puertas y las ventanas. Los agentes nocivos han salido, pero la convalecencia puede alargarse mucho. Pero, al menos, el frescor que le entra al enfermo al abrir las ventanas alivia un poco.

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