viernes, 31 de julio de 2015

Libertad, igualdad, laicidad

Me gustaría decir que el título del post es mío. Pero no, me lo he copiado. Corresponde a un artículo que publicó hace muchos años un señor francés, un tal Nicolas Sarkozy.

Corría el año 2006 cuando lo leí. Me asombró. Creía yo que en los genes de la derecha estaba el fanatismo religioso. Es lo que tiene tener poco mundo, que nos confundimos.

La libertad de conciencia no es negociable, la laicidad no es negociable, la igualdad del hombre y la mujer no es negociable. Ah, no lo digo yo, esta frase es de nuevo de Sarkozy. ¡Qué rabia coincidir con este hombre!

Resulta que, entre los pilares sobre los que se construye la República, entiéndase como gobierno, estado o democracia, está la laicidad junto con la libertad y la misma igualdad. (Lo de la fraternidad ya no se lo creen ni los mismos franceses,)

Resulta también se puede ser demócrata desde la derecha o desde la izquierda. Se puede ser laico desde la izquierda ¡y desde la derecha!

Pero eso será en Francia, porque aquí en España parece que en el laicismo no cree ni Dios (si me permiten la humorada).

La laicidad parece cosa de ateos. No se entiende qué supone. La separación entre la Iglesia y el Estado, entre las administraciones y la religión, es vista como un ataque a esta última.

Los alcaldes de La Coruña, Ferrol y Santiago de Compostela no asistieron en junio a un "tradicional" acto religioso y fueron noticia por ello. Es normal, porque cada vez que se adquiere un derecho se produce cierto revuelo. Los conservadores, o tradicionalistas, se revuelven en sus sillas.

El alcalde de Cádiz representó al ayuntamiento en la recogida de una medalla impuesta por la cofradía del Nazareno, pero no asistió a los actos religiosos. Como alcalde representa a todos los gaditanos y acepta el reconocimiento. Como alcalde separa la administración de la Iglesia y no va a misa.

En Gandía, Més Gandia había hablado de este tema en la campaña. Y luego Laura Morant se llamó andana.

Peor aún. Preguntada la concejal por el tema en twitter, salió por peteneras demagógicas. En eso aún no ha llegado el cambio al ayuntamiento de Gandía.

Evidentemente un estado laico es fruto del esfuerzo de todos los implicados. En una tierra donde un partido no duda en envolverse en la bandera y en el manto de la virgen de los Desamparados como único argumento ideológico puede parecer que es imposible avanzar en este sentido. A Laura Morant y a los suyos les puede parecer más práctico traicionar su programa que provocar a Ciro. Pero los cambios los tienen que iniciar los que se los creen y, sin pasos, no se avanza.

Y, si no, no haberlo dicho, amigos.

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