Tocaba hoy hablar de los rumores de moción de censura, pero Gente de la Safor se me ha adelantado, con muchos datos además. Enhorabuena.
Aun así, vayan mis dos céntimos del día.
Cuando un niño hace una travesura, no lo puede ocultar. Es más, cuanto más hace por ocultarlo, más se le nota. A los padres les basta con ver los cambios en la conducta del "inocente" para darse cuenta de que hay algo por lo que preguntar.
Los niños son de piel frágil. Enrojecen por la mentira igual que enrojece su tierna piel cuando se ponen al sol.
Hoy han aparecido 900 000 euros en facturas del "caso Púnica". Pocos dudan desde el principio, de que saldrán estas y más cosas. La actitud de los populares en el pleno de investidura, en las horas previas y las posteriores ya indicaban que algo gordo había. Y digo esto sin entrar en detalles, que podría.
Arturo Torró ha realizado una gestión personalista, con su buena dosis de culto al líder. Sin embargo, no dudó antes de la investidura y ahora en aras de conseguir una moción de censura, en servir su cabeza en la bandeja que le presentan a Ciro Palmer.
El ayuntamiento está intervenido de facto. Y lo estará muchos años. Esta legislatura es, probablemente, en la que se harán los ajustes más importantes, y ese no es plato de gusto para ningún político. Entonces, ¿por qué tanto interés?
Una estrategia a largo plazo llamaría a dejar que Diana Morant, apoyada por todos los rivales políticos del PP, asumiera el desgaste. Esperar a ver pasar el cadáver político de sus enemigos mientras lanzan esas andanadas de falsedades que tan bien saben manejar. Pero no, les urge.Y la urgencia huele. Huele mal.
La escusa de la "herencia" se desgasta. Pudieron decir que Orengo era el culpable. Pueden seguir invocando su nombre, como si fuera la bicha, cuatro años después, incluso estando casi retirado de la política local. Cierto es que la herencia de Lerma la invocó el PP veinte años... pero hay que ser muy fiel para tragarse que la deuda de Gandía la hicieron PSOE y Compromís. Se necesitarían muchos medios de comunicación fieles para repetir las consignas hasta que, de tanto oírlas, adquirieran verosimilitud. Y los medios, bien lo sabe Radio Gandía, se compran con publicidad y la publicidad que mejor se paga es la institucional.
Al PP de Gandía le quema cada día que gobierna Diana Morant. Se le quema la piel con cada factura que sale como a un niño que pusiéramos al sol. Como un niño que ha hecho una travesura, se han puesto tan rojos que ya todos saben que son culpables.
a lo merjor la prisa es porque no podemos estar con esta coalicion de perdedores que han arruinado Gandia y la quieren hundir más
ResponderEliminarA lo mejor. Pero no creo que un análisis macro esté al alcance de los actuales dirigentes del PP de Gandía.
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