domingo, 13 de septiembre de 2015

Un gran hombre: don Arturo

Para la presente entrada permitirán mis lectores que me base en dos autoridades. Por un lado, en este artículo de don Arturo Torró y, por otro, en la Real Academia Española de la Lengua.

Pero antes de entrar en materia, quisiera pedir perdón a don Arturo por si pudiera darse a entender que ambas autoridades son de similar categoría. Eso no es así porque, mientras la autoridad de los académicos procede de su capacitación como lingüistas o su prestigio literario, la de don Arturo emana de un ente superior; tanto, que podríamos llamarlo divino.

En el artículo que he enlazado arriba, don Arturo se basa en un dato, la "subida exagerada del paro en 204 personas en agosto", para señalar la perniciosa decadencia a la que dos meses de gobierno de Diana Morant han llevado a la ciudad de Gandía. Hombre de prodigioso vocabulario y de fina metáfora, abundan los sustantivos del campo semántico del hundimiento y los adjetivos (des)calificativos en su prosa, veamos algunos:

  • Ruina, paro y caos
  • la alcaldesa joven pero mayor [antítesis magistral] (...) pisando dignidades
  • haciendo el tonto
  • rompiendo el tejido
  • gobierno de plañideras, quejicas e incapaces
  • [Salvador Gregori] incapaz
  • firmaba lo que le ponían delante previo plus, plus, plus de sueldo
  • desaparecida alcaldesa
  • radicales
  • alcaldesa de vacaciones
  • adoctrinados y bien desayunados
  • desesperado Mascarell
  • mintiendo en los periódicos y medios de comunicación
  • son un caos
  • más de uno tiene vergüenza
  • demuestran su cobardía
  • de pena
  • y la alcaldesa joven pero mayor, de vacaciones

Y habrá quien, no sabiendo apenas ni leer, dirá que este hombre es un barriobajero y que su prosa busca el insulto fácil sin fundarse más que en su rabia. Nada más lejos de la realidad. Se trata de un ejercicio de prosa magistral, metafórico, de profundo apoyo desde quien tiene no ya sentido de ciudad, sino hasta de estado y, no estando ya en la carrera de la alcaldía busca objetivos más altos.

La clave nos la da don Arturo nada más empezar, cuando afirma que el gobierno solo ha hecho una cosa: "politizar la sociedad". ¿Qué es la política? Arturo bien lo sabe, pero yo he tenido que consultarlo en la RAE (ya lo advertí antes) para entenderlo.

Resulta que ser político es ser cortés, educado (acepciones 3, 4 y 10), y apenas lo leí no pude dejar de ver la ironía. Don Arturo desde una humildad y una modestia que le honra, hace como que destila quina y lenguaje vulgar para engrandecer a su rival de esta forma tan metafórica; puesto que Diana Morant (dice él) ha traído educación y él "hace como que" no la tiene.

Pero, dueño de sus palabras, seguro que no se le escapó la acepción más usada de "política", la número 9: Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo. Don Arturo es un demócrata, ¿cómo iba a parecerle mal que el ciudadano intervenga en los asuntos públicos? Don Arturo es un caballero, un hombre sincero, un filántropo, ¿qué podría él querer sino que los ciudadanos de Gandía nos sintamos parte de lo que nos atañe?

Al fin y al cabo, si en 2011 presentó como piedra angular de su programa el empleo y, durante su gobierno, este bajó en cantidad y en calidad, ¿cómo iba a estar don Arturo hablando en serio?

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