domingo, 1 de noviembre de 2015

El mal está en los aditivos

Dice la OMS que se ha establecido una clara relación entre el consumo de carnes procesadas y de carnes rojas y el cáncer de colon. Hay una evidencia demostrada de esta relación, tanta como de la de el tabaco o el amianto con otros tipos de cáncer. ¡Ojocuidao! No han dicho que sea igual de peligroso el consumo de carne como el del tabaco o el amianto, sino que la relación puede establecerse, sin lugar a dudas en sendos casos.

El mal tratamiento de esta noticia ha sido manifiesto en la prensa española (y mundial, si me lo permiten decir y hasta donde mi inglés me ha permitido escrutar). Fíjense que el periódico generalista de mayor difusión en España, hizo un editorial (enlace aquí) por el que deberían suspenderle a su editorialista, no ya en la carrera de periodismo si la tuviere, sino el Bachillerato o la ESO, según corresponda.

Dice el individuo (permítanme que no me refiera a él como periodista) que el riesgo "es de suponer que no procede de la materia prima (la carne) sino de los aditivos, mejunjes y alquimia con que se rocía a dicha materia prima". ¡! Le falta añadir que el cáncer entre los consumidores de tabaco lo provoca no este, sino el papel... ¡lo cual también se ha dicho!

La desinformación es manifiesta. Parece que el editorialista se diga "como no sé de lo que hablo, digo que la culpa es de los aditivos, que eso siempre triunfa"; porque sí, no hay "cuñao" que se precie, ni filósofo de barra de bar que no sepan que la culpa es de los aditivos, en especial de esos que empiezan por E-.

Atención, que esto (dice) es en el caso de la carne tratada, porque, según el figura, en el caso de la "la roja o procedente de los músculos de los animales (sic)" el peligro viene dado (la OMS no lo sabe) por "la alimentación del animal o los anabolizantes, esteroides y otros engordantes que se le suministran para aumentar la producción."

Dejémoslo ahí y hablemos del PP, en el que no ha habido corrupción, salvo algunas cosas. Si uno no estuviera bien informado podría parecerle que un partido en el que sus tesoreros acaban siendo imputados o condenados por corrupción, en el que toda su cúpula dirigente cobraba en sobres en negro menos dos (Aguirre y Gallardón, sépase) o que ha tenido decenas de cargos involucrados en tramas corruptas como la Gürtel o la Púnica (dos en la misma Gandía, Torró y Soler), podría parecerle, digo, que estos casos suponen que el partido está embarrado desde los cimientos al tejado. Pero se equivocaría.

Digo que se equivocaría quien pensara que el PP es un partido corrupto o que lleva en sí la corrupción. Lo que le ha pasado, yo se lo explico, es que ha tenido alguna gente dentro de él que se ha aprovechado y de los sobres ya tal.

Esos alcaldes, secretarios, diputados, senadores, ¡tesoreros! no son el partido popular, son sus aditivos. La relación encontrada y puesta de manifiesto no es entre la corrupción y el Partido Popular, sino entre la corrupción y los aditivos.

En manos de un buen editorialista, esto quedaría aún más claro.

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